El primer año sin ti.
Un mismo día como hoy 23 de agosto, hace exactamente un año, decidiste que ya era hora de dejarnos. Y así lo hiciste. Quedamos solos, con un vacío que solamente una persona como tú puede provocar. Nuestra vida hasta entonces era contigo y alrededor de ti, pero hemos tenido que acostumbrarnos a seguir solos, a conformarnos únicamente con tenerte en nuestro recuerdo, en nuestra memoria, en nuestro corazón, y a esperar que algún día nos podamos juntar nuevamente.
Hace poco escuché una frase que más o menos decía “cuando a uno no se le olvida, nunca te abandona”. Y eso es lo que pasa contigo. Tú no nos has dejado, tu memoria, tu recuerdo, tus hechos, nos han acompañado cada día de este primer año. Eso reconforta en pequeña medida. Seguro que es imposible que nos abandones, porque nunca te olvidaremos.
Ha sido duro no contar con tu presencia, pero he intentado estar cerca, muy cerca de ti. Quizás tú no lo hubieras querido así, pero hablarte, visitarte, recordarte, ha sido un poco de aire fresco en medio de la travesía por este desierto en el que se ha convertido el primer año sin tu presencia.
No sé cuantos años más pasarán recordando estos tristes aniversarios, pero pasen los que pasen, tú sigue ahí, porque nosotros cumpliremos nuestra parte, no te olvidaremos.
Vigo,
23 de agosto de 2013