La
historia geológica que dio lugar a la existencia de estas Islas, se remonta
a más de 400 millones de años, es decir, al Silúrico Superior.
El océano silúrico, desapareció como resultado de la colisión
que unió todos los continentes, y a raíz de este movimiento de las
capas geológicas se creó la cordillera Hercínica ( hace más
de 300 millones de años ). Elevaciones y asentamientos de extractos dieron
origen, entre otras, a las Islas Cíes, así como la mayor parte de
la configuración de la costa de las Rías Bajas.
PREHISTORIA
La
época prehistórica de estas Islas, está sujeta a los problemas
inherentes a su insularidad. No obstante, existen restos de útiles tallados
que hacen pensar que el hombre existió en las islas desde la época
del Paleolítico. De la época de la finalización de la edad
del bronce, nos han dejado los restos de la civilización que ocupó
por aquellas fechas estos lugares. Así aparecen en las islas restos de
construcción de poblaciones denominadas Castros, existiendo actualmente
remanentes de esta cultura castreña como son, el "castro de Las
Huertas" - restos de construcción de la última fase de
la edad del bronce -, el "Altar de los sacrificios" - piedra
semiesférica de grandes proporciones, hueca y con una entrada que permite
acceder a su interior relativamente amplio y habitable, y cuyo uso era el sacrificio
de las víctimas - y "el concheiro" - denominado así
por su gran cantidad de restos de conchas, lapas, mejillones, almejas, berberechos,
etc., mezclados con huesos de conejo y otros mamíferos-.
LOS
ROMANOS
Los romanos
dejaron su huella en las islas sobre el año 60 antes de Cristo, cuando
emperadores como Julio Cesar y Octavio Augusto comenzaron sus campañas
guerreras obligando a los indígenas lusos a bajar del monte Herminio -
Portugal -, y llegar hasta Bayona - España -, obligándoles desde
esta villa marinera a embarcar hasta las Islas Cíes. Julio Cesar, al llegar
a Bayona con sus legiones, construyó 80 balsas y algunas galeras al objeto
de cruzar la ría y llegar hasta las Islas, invadiendo las Cies a través
del desembarcando en la playa de Rodas.
LOS
NORMANDOS
Estas
islas siguieron teniendo vicisitudes históricas con Los Normandos, a partir
del siglo X, donde construyeron dos monasterios. Se cuenta que el jefe Normando
Olaf, utilizaba las islas para almacenar las riquezas que conseguía mediante
el saqueo.
EDAD
MEDIA
Durante esta
edad, las islas fueron conocidas como Islas Bayonas o de Bayona. El rey Alfonso
IX de Castilla y León, despachó desde la isla un privilegio, fechado
el 7 de mayo de 1201, por el cual concedía varios fueros a los pobladores
de Bayona, llamada en aquellas fechas Erizana. De esta época data un monasterio
Benedictino situado en la isla norte, bajo la advocación de San Esteban
denominado "Convento de San Esteban".
EDAD
MODERNA
Durante estas
fechas, la vida de monasterio se mantiene en las islas con su consecuencia de
colonización agrícola, aunque se inician constantes presencias de
piratas que recalan al abrigo de tormentas. Se tiene constancia de la presencia
del pirata inglés Drake, por el año 1.585. En 1.702, en la ría
de Vigo, se libró la "batalla de Rande", cuando la flota
angloholandesa perseguía a los buques procedentes del nuevo mundo, cargados
de plata, oro y ricas maderas. Las Islas fueron escenario privilegiado de como,
antes de ser saqueadas por los piratas ingleses, las galeras procedentes de América,
fueron hundidas en lo que hoy es el estrecho de Rande. Esto ha dado orígen
al mito de los Tesoreros escondidos en la Ría de Vigo y fomentados por
el Capitán Nemo en su viaje de 20.000 leguas.
EDAD
CONTEMPORÁNEA
A
finales del siglo XIX, se construye un cuartel de carabineros - para defensa de
la costa - y dos fábricas de salazón - una la fábrica de
salazón de Muxeiro, en el extremo norte de la playa de Rodas y otra en
la isla sur en la playa de San Martín -. También ha existido en
O lago un vivero del cual se conservan restos en la actualidad. Sobre los años
1900 y 1940 unas treinta familias vivieron permanentemente en las islas. Actualmente
está deshabitada, y ha sido declarada Parque Nacional. A finales del año
2002, fue objeto de la avaricia humana, derramándose gran cantidad de petróleo
por sus playas, rocas y fondos marinos, procedientes del hundimiento del Prestige.