Declarada Parque Nacional, desde el 13 de
Junio de 2002. Para celebrar esta declaración universal, nuestros
GOBERNANTES han intentando, sin éxito, que los gallegos y españoles,
y todas sus posteriores generaciones, no disfrutaran de las maravillas de la
naturaleza. Si deseas más información sobre esta apología
del disparate, pincha a continuación "nunca
mais".
Las islas cíes,
están situadas en la provincia de Pontevedra, a la entrada de la Ría
de Vigo, y a una distancia aproximada de 14,5 km. de la Ciudad de Vigo. Tiene
una superficie de 434 Has, su perímetro costero es de unos 24 km. y su
longitud total es de unos 9 Km. de largo , por medio de ancho. La altura máxima
corresponde al alto Cíes, en la isla de Monteagudo con 193 mts.
Por
Real Decreto de fecha 17 de Octubre de 1980, se convirtieron en Parque Natural.
Por ello, actualmente las administra la Xunta de Galicia, mediante la Consellería
de Agricultura. El número de visitantes está controlado, diariamente
solo pueden acceder a las islas 2.200 personas, más 800 de acampada. El
clima de las Cíes es Atlántico, suave en invierno, muy agradable
en primavera, verano y otoño, siendo la temperatura siempre superior en
dos o cuatro grados a la de la costa más cercana, logrando durante los
meses de Julio y Agosto, los 30 grados.
Como
se comentó en otra sección, las islas son tres : La isla del Sur
o San Martiño, solamente puede accederse a través de embarcaciones
privadas y por lo tanto es la isla más vírgen de las tres. No tiene
servicio alguno y por lo tanto es reducto ideal de toda la fauna y flora de las
islas. Las otras dos islas, la del Faro y la de Monteagudo, si pueden visitarse
- únicamente los meses de verano existe un servicio de barco público
- y tienen caminos programados para ver todas las atracciones de las islas. Se
aconseja visitarlas en uno de los primeros barcos de la mañana, porque
lo realmente agradable es visitarlas pateando todos los caminos. Esto, aparte
de ser relativamente agotador, es un disfrute por la vegetación y vistas
que te encontrarás en cada uno de los momentos que tengas los pies en las
islas. Es aconsejable, que si se dispone de algún día, se acampe
en la zona reservada para ello. El camping, sin ser una maravilla, si dispone
de los servicios mínimos que requerirás para pasar una época
inolvidable. Por el día, aparte de las visitas a las zonas de interés,
podrás disfrutar de playas vírgenes, con aguas puras y cristalinas
- eso sí, relativamente muy frías -, y comer, o bien el el restaurante
del camping, o en el del embarcadero. Por la noche, la zona del camping se convierte
en una zona tranquila de reposo, y la movida se desplaza hacia la zona del embarcadero,
donde el restaurante se convierte en discoteca baile, hasta que el cuerpo aguanta.